El Seminario recibe a sus nuevos seminaristas

  El domingo 8 de marzo, se realizó la misa de ingreso de los jóvenes, que a partir del año 2015, serán parte del Seminario Pontificio Mayor de Santiago. En una concurrida celebración, presidida por el Cardenal Arzobispo de Santiago, don Ricardo Ezzati, se dio inicio al proceso formativo de los nuevos seminaristas.

En esta ocasión, 13 fueron los hombres que decidieron dejarlo todo y responder al llamado del Señor. 7 ingresarán al primer año de Propedéutico: Alejandro Barrios, Jaime Castillo, Alejandro Schleyer, Edgar Soto, Miguel Ángel Aguilera, Nicolás Flores y Benjamín Rojo. Por su parte, Manuel Bustos lo hará a la casa de Teología. Cabe señalar también, a los 5 hermanos de la diócesis de Talca y Linares que comenzarán a formarse en nuestro Seminario. De ellos José Ignacio Vásquez, Rodrigo Esteban Molina y José Daniel Maldonado lo harán a la casa de filosofía; Pablo Andrés Gajardo proseguirá su formación en el año pastoral y Patricio Gonzales ingresará a Teología.

La celebración se dio inicio con una breve bienvenidas del Rector, y luego fue nuestro pastor quién tomó la palabra. En la homilía, el Cardenal de Santiago señaló que “encontrar a Cristo o mejor dicho, dejarse encontrar por Él, es el corazón de toda formación”. Aprovechó también de darle un consejo a los nuevos seminaristas: “No dejen de confiar en Jesús.”

Luego de la misa, los participantes, disfrutaron de un pequeño compartir. Patricia Guajardo, madre de Edgar, comentó estar “feliz y emocionada de tener un hijo como el que Dios me regaló. Le deseo mucho éxito en este camino.” Por su parte, Benjamín Rojo señaló tener “una mezcla de sentimientos, entre alegría, ansiedad y  miedo, pero confiado en que Dios me va a acompañar.”

Finalmente, los nuevos seminaristas fueron a tomar posesión de su nueva casa y se dio por finalizada la celebración. Con esto, se renueva la esperanza de que cada año sean más lo jóvenes que se atrevan a escuchar la voz del Señor, y respondan generosamente al llamado de alegría que el Padre le hace a cada uno de sus hijos.