Seminario Pontificio Mayor de Santiago

Nuestra vocación es ser sacerdotes según Jesús Buen Pastor que da la vida por las ovejas, las conoce y ellas las conocen a Él. Somos sacerdotes llamados a entregarnos por completo a las personas que el obispo nos encomiende, tal como lo hace Jesús.

Servidores y anunciadores de la palabra de Dios,

testigos de ella con la propia vida y enseñarla a los demás. Jesús es la Palabra hecha carne que cambia el corazón de cada uno de nosotros.

Ministros de los sacramentos,

que son los signos visibles que quieren ayudar a la santificación de todo el mundo.

Pastores Intercesores,

que entienden también en su vida la importancia de la oración de intercesión por su Pueblo.

Pastores del Pueblo de Dios,

sirviendo a la comunión, y así hacer que todos nos encontremos con Dios y entre nosotros, construyendo la paz, restableciendo la fraternidad y el diálogo, y propiciando la vocación a la santidad.

Servidores de la evangelización y la solidaridad,

expresando el amor misericordioso del Señor y compartiendo la alegría de ser amados por él.