Recepción de libros del padre Jorge Falch

Alemán de nacimiento, pero chileno de corazón. Así describen al padre Jorge Falch quienes lo conocieron. En medio de la Segunda Guerra Mundial, encontró en el Movimiento de Shoensttat, uno de "los pocos lugares libres de los nazis", como alguna vez expresó, y veinte años después emprendió vuelo a Chile para prestar servicios en la Arquidiócesis de Santiago.

Ya en la capital, fue párroco en Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa de la Zona Oeste y contribuyó en la formación de nuevos sacerdotes en el Seminario Pontificio Mayor de Santiago, donde, con entusiasmo y dedicación, se hizo cargo de su biblioteca.

A siete años de su fallecimiento, el Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Shoenstatt, que albergaba el patrimonio bibliográfico del sacerdote, donó sus más de ocho mil textos a las estanterías de este mismo recinto, como forma de proyectar su legado y contribuir en la formación de quiénes los requieran.

"Para nosotros es un gusto poder dejar esta biblioteca en buenas manos, porque realmente son muchos los libros y estos, sin duda, serán más útiles en este lugar, pues aquí se forman los hombres de la Iglesia, y por otro lado, el padre Jorge tenía su corazón en esta casa, lugar donde él tanto tiempo pasó, tanto tiempo dedicó y tanto amó", explicó el sacerdote José Parodi, rector regional del instituto.

La gran colección de libros del padre Falch se explica por su gran pasión por la historia y la investigación. Según cuenta María José Castillo, Secretaria Ejecutiva de la Sociedad de Historia de la Iglesia, y quién sucedió al sacerdote en aquel cargo tras su fallecimiento, "todos los meses él guardaba un trozo de su peculio, de lo que le sobraba y compraba libros. Con eso conformar esta biblioteca, que por lo demás representa una fuente de información muy importante para nuestro país y, por sobre todo, para la Iglesia".

Entre la herencia de libros del sacerdote, figuran textos inéditos de historia de la Iglesia, historia de Chile, geografía, derecho, filosofía y teología, que abarcan el periodo histórico comprendido entre los siglos XVI y XXI. Las "Obras completas de Andrés Bello", Cartas de Pedro de Valdivia sobre el descubrimiento y conquista de Chile, de José Toribio Media, además del "Atlas de historia física y política de Chile, de Claudio Gay, son parte las reliquias literarias.

"El padre Jorge era un alemán que sabía mucho más de la historia de Chile que cualquier chileno. Bajo ese interés, recopiló una bibliografía que, hasta donde yo entiendo, no está en ningún lado, como una pieza importante, documental, sobre la historia de la Iglesia de nuestro país. La gran mayoría de este patrimonio son libros y publicaciones del siglo XIX y XX, que representa el estatuto nuevo de la Iglesia en Chile", explicó el presbítero Carlos Cabezas, Licenciado en Historia de la Iglesia, en la Universidad Gregoriana de Roma.

La entrega del Fondo Falch, como se ha llamado a la colección, fue manifestada a través de la firma de un acta, en la que participó el instituto donante, el rector del Seminario Pontificio, padre Cristian Castro, el Arzobispo de Santiago, cardenal Ricardo Ezzati, además de dos jóvenes seminaristas.

Así, este gran archivo bibliográfico, se suma a los más de 50 mil textos del Seminario, incrementando de este modo "el tesoro cultural, patrimonial y bibliográfico de nuestra biblioteca, que es además tan importante para el país. Recibir esta colección significa recibir un legado maravilloso que nos deja el padre, después de unos años de fallecido, un legado hacia su casa, que fue el seminario, a través de algo tan entrañable para él como o es el estudio y la investigación histórica", expresó el rector.

En tanto, el pastor de la Iglesia de Santiago destacó la relación entre la cultura y la fe, señalando que "la cultura forma parte de lo que es la vida humana y la vida del cristiano. En la formación de los futuros sacerdotes es un elemento de vital importancia, porque la evangelización está llamada a tocar al hombre y la mujer de hoy, en su contexto y su cultura, y por consiguiente, los dos brazos que el sacerdote tiene son la de conocer muy bien la cultura de la comunidad y conocer muy bien el evangelio del Señor para poderlo anunciar y encarnar en esa realidad", comentó el arzobispo.

Al finalizar la ceremonia, los asistentes celebraron la Eucaristía en memoria del padre Jorge, dando gracias a Dios por su quehacer pastoral y su gran legado social y académico.

Fuente: Iglesia de Santiago