Mes de María con los Trabajadores del Seminario

Próximos a finalizar el mes de María, los trabajadores de nuestro seminario junto a los seminaristas y formadores se reunieron en oración en torno a nuestra madre, la tarde del pasado miércoles 07 de diciembre. De esta manera, se llevó a cabo un tradicional momento de encuentro y oración de la comunidad del seminario de Santiago, lugar donde precisamente se inició esta devoción en nuestro país.

La oración del mes de María fue preparada por diferentes representantes de los trabajadores y en su realización también participaron parte de los seminaristas y de los padres formadores presentes. Además, el rector del Seminario, el p. Fernando Valdivieso tuvo la oportunidad de dirigir algunas palabras sobre la alegría de reunirnos en este contexto y del testimonio de la santísima Virgen para orientar el servicio dentro de la vida cotidiana del seminario.

“Es importante acercar a las personas, a volver a unirse en oración, en comunidad.  Es una hermosa instancia que nos permite compartir a través del Mes de María, nuestras experiencias y situaciones personales a parte del trabajo diario que realizamos, pensando que somos personas del diario vivir”, dijo Ana María Iturrieta, quien desempeña sus funciones en la oficina de administración del Seminario y es una de las organizadoras de este espacio de oración.

Por otro lado, para algunos trabajadores fue la primera vez que participaron de esta instancia. Uno de ellos es Jonathan Abarzúa, quien se integró este 2022 al área administrativa del Seminario. "Por mi parte fue una experiencia innovadora y especial ya que era primera vez que participaba del mes de maría de manera completa, ya sea en los días que nos reunimos como trabajadores post-almuerzo y especialmente el día que se hizo la ceremonia en la iglesia ya que pude entender un poco más que significaba el mes de María. Más que eso, solo queda agradecer por hacernos parte de esta experiencia", destacó Jonathan.

Quienes integramos el Seminario de Santiago, damos gracias a Dios por la celebración de esta versión del Mes de María y por la oportunidad de hacerlo comunitariamente, reconociéndonos como hijos de una misma madre. Nos encomendamos a ella, para perseverar en nuestro seguimiento de Cristo desde la vocación particular de cada uno y acompañados por su maternal cuidado.