Toma de Cruz 2023

Durante la celebración de la eucaristía del 20 de abril de 2023, los hermanos del propedéutico I, Matías Grumi por la Arquidiócesis de Santiago y Diego Flores por el Obispado Castrense, recibieron la cruz de manos del rector de nuestro Seminario, el p. Fernando Valdivieso, quien presidió esta celebración.

Este paso, corresponde a uno de los primeros signos de compromiso que los nuevos seminaristas realizan en su camino de formación como futuros sacerdotes. Una vez que han tomado la cruz, la portarán de manera permanente y de esa forma darán testimonio de su opción por Cristo, por su evangelio y por el servicio a sus hermanos en la vida cotidiana. 

En su homilía, el p. Fernando, le expresó a Matías y Diego y les recordó a todos los seminaristas presentes, que Aquel que está por encima de todo ha enviado a su Hijo para que salve el mundo y al hacerlo lo moviliza por el camino de la cruz. Por lo mismo, destacó tres verbos asociados a la cruz: Conocer, abrazar y testimoniar. Conocer la cruz es conocer a Jesús y optar por seguirlo o no seguirlo. Abrazar la cruz, no es una oda al sufrimiento, sino que es abrazar el lugar donde está Jesús y el instrumento que ha escogido para salvar al mundo. Testimoniar la cruz, es el itinerario que el Seminario ofrece a quienes se forman aquí.

“Tomar la cruz es para mí, algo más que el signo visible, es dar este primer paso en la vocación y decidir abrazar los problemas y las dificultades, las virtudes y garantías de este camino de manera incondicional, para llegar con mi cruz y disponerme a los pies del Señor y su voluntad”, comentó el seminarista Matías Grumi al ser consultado sobre qué implica tomar la cruz en el contexto de la formación sacerdotal.

En el caso del seminarista Diego Flores manifestó que asumir el paso de tomar la cruz, como una respuesta más concreta de su vocación al sacerdocio, puede resumirse en las palabras del evangelio de Mt 16,24: “Entonces dijo Jesús a sus discípulos: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”.

Agradecemos a Dios por este compromiso que han aceptado nuestros hermanos Diego y Matías. De igual forma, nos unimos en oración por el proceso que están iniciando en la etapa propedéutico junto a sus hermanos de etapa y formadores, para que sea un tiempo en el que reafirmen su vocación y puedan asentar la bases para las etapas formativas siguientes.